JÓVENES SE ENCONTRARON CON EL "CHUPACABRAS"
Un grupo de jóvenes de 16 años fueron testigos presenciales de un misterioso e inédito fenómeno registrado en las cercanías de San Pedro de Atacama que pone nuevamente en el tapete uno de los temas que mayor conmoción ha provocado entre los pobladores de la Provincia El Loa, "El Chupacabras".
Todo comenzó cuando un estudiante de primer año medio de un liceo loíno visitó como de costumbre a su abuelo que reside en uno de los poblados del interior cercano a la "Capital Arqueológica de Chile". En esta oportunidad, Diego se hizo acompañar por algunos amigos para disfrutar de las vacaciones de invierno.
Tras llegar al lugar, los jóvenes pasearon por los sitios aledaños a la casa. Cuando eran aproximadamente las 20.30 horas los muchachos decidieron regresar a la morada.
Hasta ese minuto todo transcurría normalmente. Cerca de las 21.05 horas se comenzaron a escuchar gemidos y aullidos de los perros de la casa, sin embargo, estos ruidos no eran los acostumbrados. "Además se escuchaba que los perros corrían de un lado para otro como si estuvieran asustados", relató uno de los testigos.
"Diez minutos después unos extraños golpes comenzaron a sacudir la puerta de la casa y fueron aumentando rápidamente en violencia, además eran acompañados de rasguños", manifestó Diego.
En ese momento el terror se apoderó de los jóvenes, quienes ante la dramática situación corrieron hacia uno de los extremos del inmueble, y temiendo por sus vidas se refugiaron con frazadas para intentar ocultarse del peligro inminente. Ante la desesperación optaron por rezar, ya que pensaban que en cualquier momento la puerta sería derribada por la extraña criatura que se encontraba en el exterior de la morada.
Tras 5 minutos el ruido se detuvo. Uno de los jóvenes se asomó por la ventana, finalmente los tres muchachos decidieron salir de la casa para revisar la propiedad, fue en ese preciso momento cuando a unos 15 metros, entre unos perales, observaron a un extraño ser de aproximadamente un metro y medio de altura y unas grandes alas de a los menos tres metros y medio de extensión.
Según el testimonio de los jóvenes, el "ser" estaba cubierto de una piel negra brillante muy limpia y sin pelos. "Parecía como recién salido del agua, pero no estaba mojado. Tenía una gran cabeza y un pequeño pico. Presentaba una especie de cresta donde al parecer le faltaba un pedazo, como si lo hubiese perdido en una pelea. Sus ojos eran inmensos y completamente negros, pero a pesar de eso brillaban fuertemente".
Los estudiantes afirmaron que tenía unas alas similares a las de un murciélago ya que presentaban unas protuberancias que se asemejaban a un esqueleto. Agregaron que sus piernas eran muy robustas con fuertes garras, similares a las aves de rapiña pero más fuertes.
"De pronto, este "ser" dio un aleteo sacudiendo el árbol que tenía al frente, se elevó con extraordinaria facilidad, perdiéndose en la oscuridad de la noche".
Los jóvenes no olvidarán nunca más estos acontecimientos que sin duda marcarán su vida. Ahora todos los antecedentes del hecho quedaron en manos del ufólogo Jaime Ferrer quien intentará resolver este extraño y terrorífico acontecimiento.
FUENTE: Diario "la Estrella del Loa"
"DUENDES MUTILARON A UN CORDERO"
El grupo de adolescentes manifestó que fueron presas del terror al presenciar el terrible hecho.
Otro hecho que sólo encuentra explicación en lo paranormal se registró en uno de los ayllo de San Pedro de Atacama. El fenómeno causó terror entre un grupo de jóvenes estudiantes provenientes de Calama y un adulto, quienes presenciaron la mutilación de un cordero por parte de seis pequeños seres que ellos denominaron "duendes". Todo comenzó cerca de las 18.30 horas cuando Diego, Jonathan y Carlos, más el tío del primero, realizaban faenas de arreo de los animales por la localidad. Cuando se dirigían hacia los corrales vieron aparecer seis extraños seres desde los matorrales. Diego manifestó que se trataba de pequeñas personas de no más de 60 centímetros de estatura. Los jóvenes describieron a los "duendes" con una piel gris muy oscura y carente de pelos, la cabeza grande y ovalada, dos orejas terminadas en punta, ojos pequeños, una gran nariz (cada uno la tenía de diferentes formas), una boca desproporcionada con relación al rostro, dientes amarillos y muy separados. "Además emitían una risa grotesca, sarcástica y ronca, sus caras tenían gestos muy similares a los de seres humanos, mostraban rastros de cortes o heridas en la piel. Incluso uno de ellos tenía un trozo de nariz colgando, pero no tenía muestras de dolor. Su cuello era corto al igual que sus brazos, los pies eran similares a las patas de un conejo. Sus manos eran pequeñas y terminaban en cortas pero fuertes uñas de color negro. Sus ropas eran viejas", dijo uno de los jóvenes.
Según el relato de los adolescentes, que impactados por lo que presenciaban ante sus ojos no lograron mover ningún músculo, indicó que tenían una extraña forma de desplazarse. "daban algunos pasos cortos y luego tres saltos, alcanzando hasta metro y medio de altura. Se movían para todos lados". "Desde que salieron de los matorrales comenzaron a jugar, saltaban y se golpeaban entre ellos, rasguñaban el suelo levantado polvo y piedras", expresaron.. Según su testimonio el hecho se extendió por unos 10 minutos, y en todo instante se sintió en el ambiente un fuerte olor similar al azufre o a lo putrefacto. Diego precisó que tras jugar frente a ellos se dirigieron hacia el rebaño de corderos. "Los animales se agruparon atemorizados en un rincón. Uno de los "duendes" se lanzó sobre uno de los corderos, lo apretó con las patas y le enterró las uñas de las manos en el cuello. El cordero sólo temblaba y gemía, no se movía. Luego, cuatro de ellos rodearon al animal y comenzaron a golpearlo con gran violencia hasta que se desplomó, después los seis seres comenzaron a desgarrar las carnes del cordero con violentos arañazos". Emilio, el tío de Diego, logró reponerse del terror y comenzó a lanzarles piedras para que dejaran al animal, sin embargo, no logró hacerles daño. "Posteriormente se agruparon nuevamente hasta desaparecer en la maleza, en el mismo sitio desde donde había aparecido. Nosotros nos acercamos al animal que presentaba una gran cantidad de heridas en el cuerpo. Nos llamó la atención unos cortes muy finos y unos hoyos circulares en el cuello, el cordero tuvo que ser sacrificado por Emilio.
Los antecedentes del caso fueron expuestos ante el ufólogo y estudioso de fenómenos paranormales Jaime Ferrer, quien ha trabajado durante años intentando descifrar el caso "Chupacabras" en Calama. Ferrer manifestó que "los detalles dados por cada uno de estos testigos fueron absolutamente coincidentes, pero como resulta natural, algunos pudieron advertir pormenores que el resto no vio por lo que no me cabe más que dar fe de los hechos narrados por los jóvenes". "En lo personal, puedo agregar que estos seres sólo representan una pequeña parte de un complejo mundo que desde siempre nos ha rodeado. Cada uno de estos seres tiene formas diferentes de ataque, de hecho, ninguno es igual a otro, situación que ciertamente crea un gran desconcierto al momento de investigarlos", dijo el ufólogo.